Gregor Scnheid

               Es el artista alemán  más relevante de la actualidad. Su obra es muy personal y de gran interés, Schneider a obtenido numerosos reconocimientos.

Gregor tiene una obra que comienza en 1985 y su trabajo en el Pabellón Alemán de la Bienal de Venecia es sin duda su trabajo más laureado, todo esto forma parte del proyecto iniciado en 1985 y el cual no tiene fin.

Schneider nace en Rheydt, una colonia a las afueras de Alemania, en la casa donde nace empieza a trabajar y a día de hoy sigue viviendo en el mismo lugar. Su primera obra por así decirlo es “Haus u r” su ya mencionada casa de Rheydt, las primeras etapas de  su producción artística comenzaron por llenar su casa, bueno replicas de su casa con instalaciones siniestra, creando nuevas instalaciones a modo de laberinto y con numerosas puertas ocultas.

Es una persona un tanto oscura y eso se ve reflejado en sus obras, cuenta con varios autorretratos en los que se encuentra gritando y también realizo performances del mismo estilo.

En el año 1997 comenzó a trasladar estas instalaciones a salas de exposiciones, estas instalaciones  cuentan con una puerta, una ventana o algún que otro elemento pero que más bien son bastante diáfanas.

Recuerdan a lugares deshabilitados o abandonados de los que nadie se hace cargo y se han ido deteriorando con el tiempo. Buscando por la red encontré un artículo sobre una exposición que Schneider quería realizar, llamada “La belleza e la muerte”  en ella expondría a un enfermo agonizando el cual moriría delante del público.  Esta idea le rondaba ya desde el año 1996 y gracias a la participación de este persona que de voluntad propia decidió hacerlo de este modo, Schneider puede realizar su ansiada obra. También encontré un video sobre la exposición “Punto muerto”  cuando fue expuesta en El Centro de Arte Dos de Mayo de Madrid.

Los espacios creados por él son algo más pequeños, pues son creados basándose en su casa, son replicas de ella. En el video hablaba también sobre que le propusieron exponer en una sala de Móstoles y se negó a hacerlo, pero  a cambio realizo una obra, un tubo que sería un laberinto, Gregor lo denominó como: “el museo se convierte en invisible".

 

El espectador dirige la obra pues solo de él depende como continuara dependiendo por donde decida ir, el espectador e este modo pierde toda capacidad, la noción del tiempo y no es consciente de lo que tiene a su alrededor. Con esta obra Schneider pretendía reivindicar el hecho de que los museos son como las tiendas en las que cada cosa se encuentra en su lugar, y lo que él pretende es que el espectador se interese por las obras conceptuales y que no las observe como si se tratase de la ropa de una tienda.

La siniestralidad que muestra en sus obras no es asociada a lo desconocido sino todo lo contrario a lo familiar y lo cotidiano como afirmaba Freud.

Quizás todas estas ideas y obras un tanto oscuras, lúgubres o como queramos definirlas se deban a la época en la que vivió con las consecuencias de un país destrozado o quizás no, y simplemente es así, y por ello es un artista.